Desde que se supo por primera vez de la pandemia en Venezuela declarada en el año 2019 (a nivel mundial), la vida de los ciudadanos cambio drásticamente. Así como también las formas de establecer las enseñanzas en las escuelas, tanto, que se vio marcada incluso por la capacidad económica de los padres y el alcance tecnológico de los docentes que, solo tuvieron una mediana respuesta en los colegios privados, caso distinto a las instituciones públicas del país y los problemas coyunturales que presentaba una Venezuela con el internet más lento de Latinoamérica, las señales telefónicas paupérrimas y el escaso poder adquisitivo de la población en general para obtener equipos tecnológicos que van desde celulares inteligentes hastal laptops o computadoras de escritorio.
Muchos docentes no pudieron hacerse cargos de sus cursos durante más de un año escolar, contaban siquiera con un teléfono inteligente, no pues no conocían a cabalidad el uso de las Tic’s, por supuesto, a excepción de aquel profesional directamente con estas ya que que no es del dominio general, por lo cual muchos maestros que se quedaron en el pensamiento de la «Escuela tradicional» (presencial) no sabían siquiera como usar un correo o una video llamada para poder dar sus clases.
Aunque en internet comenzaron a proliferar diversos cursos para poder actualizarse y montar clases en diversas plataformas, preparar material o videos, muchos profesionales de la enseñanza no pudieron seguir a la par de las circunstancias, no se les preparó siquiera desde el MPPE, solo se recibió comunicados exigiendo estrategias que no se habian aplicados en alguna otra ocasión, sin tomar en cuenta la realidad particular de cada docentes y de los estudiantes, tampoco tenían o tiene herramientas que les sirvan para llegar a los estudiantes y poderles enseñar. Otros fueron un poco mas allá e hicieron uso de las radios locales (sobre todo en los pueblos) pero en la ciudades con la intermitencia de la energía eléctrica y las comunicaciones fue imposible. Un porcentaje mayoritario de los Maestros no están preparados para ejercer clases via on-line, otro porcentaje más grande no tiene acceso a internet o herramientas tecnologias y uno un poco más pequeño ya está a punto de jubilarse y tampoco consideran importante tener ese conocimiento. Pero, a todas estas: ¿Por qué no se han capacitado a los docentes para las herramientas tecnológicas a distancia? ¿Por qué no se les ha dotado de recursos para ejercer la no presencialidad? ¿Por qué no se ha invertido en las telecomunicaciones? ¿Qué ha pasado con los satélites comprados por el gobierno venezolano para mejorar las comunicaciones? Solo exigen clases on-line, uso de herramientas y tic’s pero para que el docente lo cubra trabajaba con su misero sueldo y con servicios básicos escasos, sin conocimientos o preparación para las clases virtuales y por supuesto que sin que el patrono asuma la responsabilidad que tiene con la ciudadanía de la formación del futuro.