Por: Profesora Yarilina Rodriguez
Hoy por hoy en Venezuela pululan formas de comportamiento social que son dignas de tesis doctorales; y es que asombra ver el mismo patrón de conducta política desde las más altas esferas del gobierno hasta las más simple organizaciones regionales o locales. Las Federaciones y Sindicatos venezolanos no escapan del seguimiento de este modelo que se tiene como paradigma en los actuales momentos, se observa con frecuencia el uso de tramoya, fraudes electorales, candidaturas obsoletas, juegos y competencias desleales y pare usted de contar.
El caso de la Federación Venezolana de Maestro (FVM) no es la excepción del modismo amoral y sin ética que se ha masificado en los últimos años, alcanzar el poder y permanecer en el cualquier precio es lo normal, así que no es de extrañan que la FVM llamara a elecciones este 7 de diciembre, con una plancha única, con los mismos candidatos que han permanecido desde hace años en cargos y que quieren seguir enquistados en el poder al estilo dinosaurio, para ello sacaron al ruedo su mejor artillería, un discurso demagógico con promesas de apoyar al docente, recuperar primas y rescatar la seguridad social del maestro; si en tantos años dirigentes sindicales como Alzurú, Machado, Bolívar, Márquez, entre otros, no han logrado nada para reivindicar al gremio, es de suponer que será lo mismo y que estos señores se deben a sí mismos y utilizan la actividad sindical como un negocio.
Llama también la atención que la FVM va a unas elecciones sin ningún árbitro, siendo el Consejo Nacional Electoral el rector de todas las votaciones en este país ¿Por qué no acompañó el proceso de elección de esta federación? Pareciera una gran mofa y una subestimación al docente donde solo importa hacer un aparataje para legitimarse en el poder. Todo cae por su propio peso y a la hora de saldar cuenta (cuando haya cambio de gobierno, claro está) estos dirigentes deberán rendir cuenta por la estafa a una base gremial ya lacerada y herida pero que se niega a perecer.