Los docentes venezolanos durante años vienen siendo vulnerados por las decisiones, que desde el ME se ejecutan en contra de sus DDHH y laborales, mientras sigue sin resolverse el contrato colectivo, las necesidades y precariedades aumentan. El salario cuyo aumento se otorgó por el ejecutivo nacional en abril de 2022, con un monto que oscila desde 264.69 Bs. (Bachiller no docente con 40 horas) equivalente a 61,27 $ (al momento del ajuste) hasta 600.396 Bs. (Docente VI con 53 horas laborales) a 120,87$ según la escala de cada profesional, sigue siendo insuficiente aún con su tiempo de trabajo y su cargo, en discordancia con el costo de la Canasta Básica Familiar que, según CENDAS para marzo fue de 471,16$. donde se demuestra que el monto cancelado por el patrono NO cubre ni la mitad de su costo.
En este panorama económico inestable y poco razonable al que se enfrentan los docentes cada quincena, donde, no pueden alimentar de forma adecuada a sus miembros familiares ni mucho menos cubrir necesidades básicas, violando el Art. 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se le suma el hecho de que también se encuentra acosados en sus lugares de trabajo por directores, supervisores y hasta enlaces circuitales, quienes valiéndose del cargo pero sin conocimiento alguno de las leyes, pretenden cuestionar la labor del profesional docente, mandan a suspende el sueldo tal como «un despido injustificado». pretenden imponer su punto de vista parcializado violentando la pluralidad de los saberes y lo que es peor aún,. realizando proselitismo politico cuando en la Ley Orgánica de Educación vigente NO SE PERMITE. Muchos docentes que se han opuesto a estos vejámenes han sido vulnerados y en casos (de mayor gravedad cuando son tocados los sueldos) el Ministerio de Educación mira para otro lado y no da una respuesta concreta o solución. Inclusive muchos colegas que han enfermado (y que por ende la mayoría no cuenta con HCM ni servicios del IPASME) han sido sancionados por sus faltas en cuanto a la asistencia como si de algo común se tratara, otros delicados de salud se encuentran con instituciones donde no hay la más mínima señal de bioseguridad y parece poco importarle a los directivos el bienestar del personal. pero asi continúan asistiendo. El pago a la profesión docente por parte del patrono es deshonroso y ha calado muchísimo en la autoestima del profesional, permeando en la «Educación de calidad» que se les debe otorgar a los niños, niñas y adolescentes como lo establecen las leyes nacionales. ¡SE DEBE REIVINDICAR LA PROFESIÓN DOCENTES!