Por Yarilina Rodríguez
Se encuentra inmerso el gremio docente, en un sistema educativo que no escapa del estado fallido de políticas públicas y sociales, la deuda social que presenta el ente rector, llámese Ministerio de Educación, es inmensa; y hoy más que nunca es de imperiosa necesidad ponerse a derecho, pues los niveles de pobreza y carencias de la familia venezolana va en aumento, haciéndose urgente que se asuma políticas educativas que abarque costo de uniformes, útiles escolares, alimentación de niños y adolescentes de todos los niveles en las escuelas y liceos. En los actuales momentos existe un fuerte contraste entre lo real, lo vivido por los padres que se les hace cuesta arriba costear el ingreso y permanencia de su representado en la escuela y la implicación de ello. Adquirir uniformes escolares, calzados, útiles escolares, cubrir pasajes de transporte, alimentación, son hechos que no se logran con el sueldo depauperado; no obstante, el presidente Nicolás Maduro sostiene en la “Expoferia Plan Escolar 2022-2023” que “Venezuela es el único país del mundo que le garantiza todo a sus niños, niñas y jóvenes para el regreso a clases”.
Garantizar significa dar seguridad de que todos los niños y jóvenes estudiantes tendrán lo necesario para acudir a clases y la verdad es que actos como lo de la Expoferia solo se queda en discurso mediático sin efectividad, los famosos programas de uniforme y útiles escolares solo lo obtienen unos pocos, quedando una mayoría desasistida y desprovista del beneficio. Esto se constata fácilmente sin hacer grandes estudios estadísticos, tan solo con estar allí en el aula, en la escuela viendo, viviendo las carencias de los estudiantes, escuchando sus historias y dilemas.
La Ministra de Educación Yelitze Santaella no escapa de la mitificación en su discurso: se escuchó con estupor su oratoria en la ONU del 17 de septiembre de 2022 cargada de manipulación y cifras infladas, en relación a la labor docente y los beneficios que según ella disfrutan los maestros, discurso obviamente dado para complacer al gobierno y dar una falsa impresión ante las demás naciones de que “Todo está bien aquí”.
De igual forma es manejado programas como el PAE, que en su mayoría brinda a los estudiantes un menú compuesto por granos y arroz, sin cubrir los requerimientos nutricionales, pero la propaganda quiere hacer ver otra cosa. Vale recordar entonces que el Programa de Alimentación Escolar tiene como objetivo principal “proporcionar a los niños y niñas una alimentación diaria, variada y adecuada a los requerimientos nutricionales…” En la práctica no es ni variada ni adecuada nutricionalmente hablando. Otra deuda social que tiene el Ministerio de Educación con los estudiantes es el proyecto de Canaima, que hace rato dejaron de ser entregadas, este prometía la incorporación de las computadoras portátiles al aula como recurso de aprendizaje necesario en la formación de un estudiante que debe estar al día con los avances pero no se completo.