Al finalizar el escolar 98-99 el país vio concretada la propuesta de iniciar el próximo año escolar (1999-2000) con un grupo representativo de 500 escuelas que llevarían a cabo un programa piloto llamado «Escuelas Bolivarianas». Según Rodríguez (2008) en una investigación realizada para la Universidad Central de Venezuela explica que «…el 15 de noviembre de ese mismo año promulga la Resolución 179 (1999), creando las Escuelas Bolivarianas de turno completo, con carácter experimental por 3 años, destinadas a atender a la población estudiantil desde preescolar hasta la segunda etapa de educación básica»(s/p). De acuerdo a esta misma resolución, el proyecto tendría carácter experimental durante 3 años y en una proyección de 11 años sería aplicada en todas las instituciones educativas del país.
Hoy 23 años después, la Resolución 459.053 dictada por la actual Ministra de Educación Yelitze Santaella, decreta el cese del llamado horario Bolivariano en las pocas instituciones que aún lo mantenían. Entendiéndose, que de las escuelas Bolivarianas sólo quedaba un horario, todos los proyectos educativos establecidos para ser ejecutados en estas escuelas fueron fracasando uno a uno, ejemplo de ellos: Proyecto de Alimentación, Cultura, Deporte, oficios y salud.
En el transcurrir de los años y para la consolidación de este proyecto, se implementó todo un aparataje que iba desde la creación de una Coordinación de Escuelas Bolivarianas, hasta un sistema de alimentación y salud destinado sólo para estas escuelas, pasando además de la contratación de un personal docente y multidisciplinario que estuviese dispuesto a trabajar con un horario extendido. Todo esto, implicó un presupuesto incalculable hasta el día de hoy, del cual existe muy poca o nula información que inclusive el Banco Interamericano de Desarrollo calificó de excesivo.
Luego de 23 años, se extingue este proyecto sin la menor explicación, sin ningún tipo de rendición de cuenta y al mejor estilo de las políticas de Estado del gobierno actual, dejándolo sobreentendido en una resolución y sin la auditoria correspondiente. El Estado debe al país una explicación sobre el fracaso del proyecto de Escuelas Bolivarianas, también a los educadores contratados para este sobre su status ¿Cómo se enfrentarán a estas modificaciones? ya que con la debacle educativa en que se ha mantenido la nación, las matrículas escolares son insuficientes y la infraestructura de las instituciones no están preparadas para un doble turno.
Venezuela y sus educadores se merecen una Educación que no sea improvisada, con proyectos sólidos y productivos. UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD.
Prof. Liliana García
Colaborador: ING. Freddy Lucena.