Por Yarilina Rodríguez
El régimen de Nicolás Maduro en conjunto con el Ministerio de Educación, decidieron que vender un par de zapatos a los maestros y profesores venezolanos a precio ínfimo, era cumplir con un acto de bondad que conllevaría al agradecimiento y lisonja del gremio docente, esperaban que tal estrategia politizada les haría ganar la popularidad que hace tiempo perdieron. No obstante, este acto demagógico tuvo efecto contrario, fue repudiado y rechazado por muchos, que prefirieron seguir con sus zapatos rotos y desgastados antes de exponerse a la humillación de recibir la dádiva de un calzado. Los zapatos para los docentes con un valor de 9 bolívares, algo así como un dólar, no es lo quieren los profesores públicos, solo quieren que se cumpla lo que contempla el artículo 91 de la Constitución Bolivariana de Venezuela (1999) de que: “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales”.
Sin embargo, ante la condición de vulnerabilidad de los profesores públicos, maestros, obreros, madres procesadoras (cocineras) y hasta policías que llegaba a ordenar la cola se hicieron de hasta dos pares, esto no significa que quienes optaron por comprar los zapatos estuvieran contentos, lo que evidencia es la necesidad de un gremio que es víctima de la precariedad y miseria del sistema; fue entonces, el bajo poder adquisitivo que llevó a algunos maestros a calarse tan bochornosa venta.
Esto no lo entiende el gobierno y con total desparpajo anuncia su plan para dotar, como un regalo especial, a los maestros de un bolso de cuero bien “cacheroso”, bien “fino”. Y además “ofertar zapatos»; el bolso brillo por su ausencia y solo estaban los zapatos de Manacho. La Expoferia fue el evento que utilizo Nicolás Maduro para hacer demagogia y promocionar los famosos zapatos para los maestros que prometía serían de “calidad y prácticamente regalados”.
Cuando se hace el análisis, se percibe claramente el estado de vulneración del gremio docente. No son los zapatos a bajísimo costo lo que mejorará la calidad de vida del profesorado, sino un sueldo acorde a la labor desempeñada, anclado a la realidad socio económica del país, en otras palabras, el cabal cumplimiento del artículo 19 de la Carta Magna que reza: ”El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos”. Obviamente, artículos como el 19 y 91 de la CRBV están siendo violentados por el régimen de Maduro, alcanzando el grado de lesión a los derechos humanos de un gran conglomerado de maestros, alumnos, obreros y personal administrativo de la Comunidad Educativa; solo se espera que se imponga la razón, la sindéresis y estos actos que menoscaban la condición humana se conviertan en nulo.