Cuando está por culminar el año escolar, inicia la etapa de evaluar el rendimiento o desempeño del mismo, con base en los hechos y el diagnóstico, obteniendo la calificación de no aprobado; haciendo un análisis exhaustivo tenemos, en primer lugar, las condiciones en las cuales labora el personal:
Precariedad del Salario
El personal que labora en nuestras instituciones educativas sigue percibiendo un salario mensual que no supera los $5 o $6 quincenales. No hubo decreto de aumento, pues la política de bonificación se mantiene, lo que no implica que se reciba un bono vacacional acorde a las necesidades que aquejan al sector educativo, ya que lo que se deposite será igual al año pasado, y el régimen sigue cerrado en llamarlo “salario integral”. Negando aceptar, qué bono по es salario, por ello el derecho a la recreación, a tener una calidad de vida óptima para los docentes, administrativos, obreros y jubilados, sigue siendo un derecho violado por el patrono, pues considera que los bonos que cancelan son suficientes, cuando la realidad es otra.
Sin seguridad social
Continuamos en emergencia con la seguridad social, existe IPASME, cuya función es insuficiente y no está operativo en todo el país, pues también se ha visto afectado por las erradas políticas del régimen, reconociendo que no cuenta con atención óptima, ha sido otra área desatendida, lo mismo que la paralización de los créditos que existían para los docentes.
Persiste el acoso laboral y la mala calidad educativa: producto de la situación socioeconómica actual, que afecta el desempeño de los docentes y la calidad de su labor, todo lo que ocurre tiene impacto negativo. El deterioro de la formación académica ha sido también golpeado por la desarticulación de la familia, producto de la profunda crisis existente.
Los docentes en Venezuela, además de no tener salario, ni seguridad social, muchas veces, son vulnerados y acosados de manera sistemática en sus puestos de trabajo por el patrono. A muchos se les suspende el salario de manera arbitraria, no solo por el plan de contingencia, también son obligados a promover de grado a los estudiantes, aun cuando estos no hayan alcanzado las competencias mínimas necesarias que exige el grado superior, socavando la calidad educativa. Aún son muchos los aspectos que faltan por detenernos a analizar, por las cuales el año escolar está reprobado, pero por lo pronto trabajar en enmendar las presentadas anteriormente sería un gran avance por la transformación de calidad.